Muy pronto.
Pronto, por que un año o 30 son bien poquitos para conocer todas las maravillas de esta tierra.
Me he dado el gusto de llenarme los ojos con cosas hermosas, de amar hasta explotar, de abrazarme a la vida con entrega total y de gozar en sus encantos hasta llorar como idiota.
He vivido la mitad de mi vida atada al miedo.
De hablar en publico,
de rodearme de otros,
de cagarla,
de amar sin control,
de decir lo que pienso,
etc...
Y un dia me dia cuenta de lo perdida que estaba...
Volvi a llorar, por que las lagrimas dentro de mi nunca se agotan, no se por que...
siempre hay algunas dispuestas a salir cuando menos me lo espero.
Y llore hasta dormir exhausta,
y llore hasta lastimar mis ojos,
y llore hasta querer renunciar antes de tiempo.
Un tiempo la verdad si me rendi
lo di todo por perdido.
Y luego,
de lo mas profundo de mis entreañas surgio un pequeño fuego.
Chiquito.
Pequeño.
Es mas, al pricipio ni parecia fuego,
era como una simple punzadita...
Me levante.
Me puse mis huaraches y me prometi a mi misma que no dejaria que se apagara nunca mas.
Por que eso era mi espiritu, que despertaba, que se desentumia de su letargo
Y me ha venido invadiendo poco a poco la seguridad de que aunque me orine de miedo,
a pesar de todo y de todos, levantare la cara para enfrentar lo que venga.
Y me volvere a levantar.
Sigo teniendo miedo, pero ahora sonrio mas.
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